Alumine

Impre(si)ciones
Observatorios
La sensibilidad del ojo encuentra, como nexo con la naturaleza, una serie de acotaciones, mediciones, referencias y datos. Esto obliga a quien ve al paisaje a racionalizar información, quitando toda belleza implícita en la naturaleza.
Las características que uno interpreta libremente se materializan en una sobredosis de datos transcriptos en una ventana que separa a quien mira el paisaje, decodificando todas las características que se ven naturalmente.
De igual manera, se transcriben los datos de cada uno de los recorridos en los solados de las calles, haciendo las veces de guía turístico pintado en el asfalto. Se reproducen referencias históricas, datos catastrales y geológicos, edificios de interés, etc. Este culto a la obviedad deja al espectador sin ánimos de imaginar absolutamente nada, ya que encuentra todos los datos de lo que ve al alcance de la mano. Sin embargo, al escapar de estos miradores y volver a los circuitos de tránsito, asimila incondicionalmente su falta de ilusión.
Circuitos
Como dos segmentos que nunca llegan a tocarse, el circuito turístico recreativo y el circuito histórico cultural sirven de lienzo para desarrollar las pequeñas intervenciones “denotativas”.
El primero consta de un paseo ribereño costero que funciona como soporte de los observatorios, materializado en distintas maderas de la zona, con un comienzo y/o final en el Parador Turístico hacia el Sur (dos plataformas que pueden albergar múltiples actividades) y en el Balneario Camping Municipal hacia el Norte.
El segundo se basa en la consolidación de la Av. 4 de Caballería como eje unificador y simbólico de la ciudad, conectando los diversos edificios y lugares estratégicos mediante inscripciones y señalética a nivel horizontal. La materialización es en piedra de la zona y hormigón en distintos colores, logrando una hibridación entre las tecnologías locales y tipologías y lenguajes internacionales, aportando atemporalidad y coherencia con los principales foros turísticos del sur.
Centro cultural
En nuestro contexto, pretender que un espacio tenga un uso constante y univoco, con funciones especificas e irrevocables, significa una sumatoria de particularidades que acrecienta los costos y perjudica la trascendencia en el tiempo.
Para evitar esto, el proyecto reúne las diversas actividades que se plantean y se genera un espacio único capaz de albergar a un costo reducido múltiples actividades. Esto da como resultado un edificio multidisciplinar, que resulta apto para todo tipo de actividades. La posibilidad de fragmentar tipológicamente el contenedor permite multiplicar la función simultáneamente, aislando o integrando los espacios de forma tanto visual como auditivamente.
Estamos en Argentina. Esto implica proyectar edificios simples (no simplistas), de realización poco pretenciosa, susceptible a cambios futuros no previstos, lucrativo, productivo y simbólico.

Año 2010
Concurso Nacional de Anteproyectos
Centro Cultural Alumine
Mención Honorifica